La intralipoterapia y Aqualyx® en la revista EME

Intralipoterapia y Aqualyx® en la revista EME
Hola.
Cuando se van a cumplir casi cinco años de la aparición de Aqualyx® como producto imprescindible para el tratamiento de las adiposidades localizadas mediante intralipoterapia, la revista EME  (Expertos en Medicina Estètica) http://expertosenmedicinaestetica.es/ publica un extenso articulo del Doctor Hernán Pinto donde nos confirma la seguridad y eficacia de los tratamientos con Aqualyx®.
Por su interés e importancia os la reproducimos integramente. Desde el siguiente link podéis revisar la revista digital EME y el articulo del Doctor Hernán Pinto.

Os recuerdo que si queréis más información acerca de Aqualyx® podéis mandarme un mail a: ruizcastedo@gmail.com y os informaré sin ningún compromiso por vuestra parte.

Un saludo
Isabel Ruiz Castedo
@maycarboxi
ruizcastedo@gmail.com
Aqualyx®

Intralipoterapia® con total seguridad Dr. Hernán Pinto

Revisamos
con la autoridad del conocimiento el proceso de Inatrlipoterapia® bajo
el análisis y la comprobación empírica del Dr. Hernán Pinto. La opción
terapéutica no quirúrgica al tratamiento de las adiposidades que se
emplea a su vez en el remodelado facial. Para cada zona existe un
protocolo determinado y queda en manos del especialista, el conocimiento
y práctica de este procedimiento avalado por sus resultados y aplaudido
por médicos estéticos de todo el mundo.
El Aqualyx® es hoy la opción terapéutica no quirúrgica
más solicitada por los pacientes y uno de los recursos más utilizados
por los médicos estéticos para la reducción definitiva de las
adiposidades localizadas de todo el cuerpo.
El Aqualyx® se aplica desde hace aproximadamente 5 años. En el
transcurso de este tiempo, se han inyectado más de un millón de viales
en todo el mundo. Hoy, el Aqualyx® es un producto perfectamente
instalado en las consultas de todos los médicos estéticos y goza de
mucha popularidad entre el gran público. La ausencia de complicaciones
severas y su probada efectividad son los dos grandes motivos por los que
este tratamiento de vanguardia es hoy la opción terapéutica no
quirúrgica más solicitada por los pacientes y uno de los recursos más
utilizados por los médicos estéticos para la reducción definitiva de las
adiposidades localizadas de todo el cuerpo.
La aplicación de este producto se puede definir y explicar
básicamente como un tratamiento para reducir las adiposidades
localizadas, aunque también permite el modelado de ciertas zonas en las
que el panículo adiposo es ciertamente delgado. La reducción de los
flancos y el remodelado del óvalo facial son claros ejemplo de los
diferentes tipos de indicación de este producto. Cuando se pretende
reducir el volumen de una zona, se aprovecha su capacidad para destruir
células grasas. Por el contrario, para el segundo tipo de indicaciones,
aprovechamos la fibrosis que el producto genera al ser inyectado para
intentar que las diferentes capas de tejidos superficiales se “adhieran”
más entre sí o se compacten. La técnica para reducir la grasa es la
estándar y se denomina Intralipoterapia®. Ésta garantiza la correcta
dosificación del producto, con total seguridad y ausencia de dolor en la
aplicación. La técnica del remodelado facial es especial y está
reservada sólo a los médicos expertos en este tratamiento, inyectando el
producto a profundidades no recomendadas para otras ubicaciones
anatómicas y dosificando de una manera distinta. La técnica de la
Intralipoterapia® ha sido tan responsable del éxito del Aqualyx® como su
propia formulación [1].
Un protocolo exclusivamente médico
La inyección de este producto es un procedimiento exclusivamente
médico, que representa una técnica mínimamente invasiva, pero invasiva
al fin, y que requiere, por lo tanto, formación específica y rigurosa.
Independientemente del resultado que busquemos, siempre inyectaremos el
producto en el tejido graso. La solución sólo puede romper los
adipocitos si entra en contacto con ellos [2]. Decimos que sus efectos
son “volumen dependiente”. Esto quiere decir que la acción del producto
dependerá, entre otras cosas, del volumen inyectado. El protocolo varía
de un paciente a otro y por eso es tan importante que el médico
dosifique según lo que considere pertinente para cada caso, aunque
siempre respetando los límites establecidos por la técnica. Si ponemos
poco, habrá poco efecto terapéutico. Si ponemos demasiado habrá más
efectos adversos. La dosificación justa se adquiere con la práctica y
es, como en casi cualquier tratamiento serio, muy importante y un signo
distintivo del médico experto.

Antes y despuès de tratamiento con Aqualyx®
Cuando los adipocitos se rompen, liberan su contenido. Pero ésta es
una carga que estaba diseñada para permanecer dentro de ellos. El cuerpo
reacciona frente a este suceso desencadenando la reacción inflamatoria
local convencional. El proceso es completamente inespecífico. Por eso,
este procedimiento genera rojeces, hematomas y un poco de dolor. Esto es
normal, totalmente pasajero y reversible. De hecho, es la manifestación
de que el producto se encuentra realizando su trabajo. Estos efectos
son altamente prevalentes y no dependen de la mejor o peor aplicación de
la técnica ni del médico tratante [3]. El Aqualyx® es mucho más seguro
que cualquiera de las soluciones adipocitolíticas utilizadas
previamente, aunque esto no es magia. La agresividad, los resultados
terapéuticos y los efectos adversos van de la mano en este tipo de
procedimientos. Es decir, que es muy seguro, pero tendremos que realizar
más de una sesión para obtener los resultados deseados. Como norma
general, los pacientes que se someten a este tratamiento reciben una
media de 3 sesiones, aunque esto puede variar.

La fórmula maestra
En lo que respecta a la fórmula del Aqualyx®, se ha dicho y escrito
de todo, aunque la mayoría de las veces de manera imprecisa o
abiertamente incorrecta. El prospecto del Aqualyx® da la siguiente
información: 3:6 anhidro-L-galactosa, D-galactosa y Sal sódica del Ácido
(3α, 5β, 12α) – 3,12 dihydroxi-5-24-cholanóico. Según nos informa el
laboratorio central (Ghimas S.p.a., Casalecchio di Reno, Italy), la 3:6
anhidro-L-galactosa y la D-galactosa juegan un papel fundamental en la
liberación paulatina del principio activo porque, al estar conectadas
como una estructura espongiforme tridimensional, ejercen un efecto de
liberación paulatina del principio activo. El agua, siguiendo un
gradiente osmótico, se mueve hacia la molécula y desplaza
progresivamente al principio activo, que queda libre para actuar. Por
otro lado, el principio activo no es otro que el desoxicolato de sodio.
Existen muchas maneras de nombrar a las moléculas y los ácidos grasos no
son la excepción. En el caso del prospecto del Aqualyx® se ha utilizado
la nomenclatura UIPAC [4], también llamada racional, sistemática o
estequiométrica. Pero el ácido (3α, 5β, 12α) -3,12 dihydroxi-
5β-24-cholanoico puede recibir otros nombres como: ácido desoxicólico,
según la nomenclatura clásica [5], o simplificaciones como: ácido
colanoico [1]. Además, como solemos utilizarlo en forma de sal sódica,
se han mezclado arbitrariamente los nombres del ácido con los de su
forma iónica y entonces aparecen nombres como:
3α,12α-dihidroxi-5β-colanato o desoxicolato. Algo similar ocurre al
escribir su fórmula, que podría hacerse como: C24H40O4
ó, según el sistema SMILES (Simplified Molecular Input Line Entry
Specification – especificación de introducción lineal molecular
simplificado) o como: C[C@@]34C@](CC[C@@H] 4[C@@H] (CCC(O)=O)C)
([H])C@]2([H])CC[C@]1([H])C[C@H](OCC[C@@](C)1[C@]([H])2C[C@@H]30.
Sea como fuere, el desoxicolato de sodio es un viejo conocido de los
médicos estéticos: masa molecular 392.58 g/mol, punto de fusión 174 –
176 °C y… efectividad terapéutica. El Aqualyx® funciona, pero esto se
debe en gran parte a la técnica con la que se aplica: la
Intralipoterapia®. A este respecto, existen varias particularidades que
creo que vale la pena resaltar. En primer lugar, es una técnica
exclusiva del Aqualyx®. No deben inyectarse otros detergentes de este
modo ya que la profundidad de inyección no es suficiente para las
soluciones más agresivas. En contraposición, tampoco debe inyectarse el
Aqualyx® con las técnicas específicas destinadas a otros detergentes,
como la fosfatidilcolina. En segundo lugar, dejamos el producto en el
tejido adiposo a modo de “capa”, como si estuviéramos intentando hacer
un plano con un relleno y aprovechamos la misma técnica: en abanico,
lenta, y retrógrada. No embolamos el producto, ya que produciríamos
nódulos. Éstos, aunque son leves y se autolimitan, son el único efecto
adverso iatrogénico relativamente frecuente [5]. Por último, lo más
importante: la Intralipoterapia® tiene correlación clínica. Cuando
estamos en el plano correcto, el paciente no experimenta ningún dolor.
Movemos la aguja como si estuviéramos inyectando el producto, pero no lo
hacemos. A continuación y sin dejar de mover la aguja, preguntamos
insistentemente al paciente si le duele. Si su respuesta es negativa,
inyectamos. Si su respuesta es afirmativa, no inyectamos y
re-posicionamos nuestra aguja. De este modo, evitamos casi cualquier
tipo de complicación.
En definitiva, es un tratamiento muy seguro, popular, noble y que da
resultados. Si el médico domina la técnica de aplicación, es celoso de
la indicación y vigila escrupulosamente la contraindicación, tendrá en
sus manos una herramienta potente que dejará muy satisfecho a la mayoría
de sus pacientes.
Dr. Hernán Pinto
Instituto de Investigaciones para las Especialidades Estéticas y del Envejecimiento (i2e3)
hpinto@i2e3.com
Referencias
  1. Aqualyx® package leaflet. CE 0373. LELX0010 Rev.00.
  2. Rotunda A, Suzuki H, Moy R, Kolodney MS. Detergent effects of sodium
    deoxycholate are a major feature of an injectable phosphatidylcoline
    formu­lation used for localized fat dissolution. Dermatol Surg 2004;30:1001-1008
  3. Pinto H, Hernandez C, Turra C, Manzano M, Salvador L, Tejero P.
    Evaluation of anew adipocytolytic solution: adverse effects and their
    relationship with the number of vials injected. J Drugs Dermatol 2014Dec;13(12):1451-5
  4. A Guide to IUPAC Nomenclature of Organic Compounds, Recommendations
    1993, Oxford:Blackwell Scientific Publications, 1993. (ISBN
    3-540-41138-0)
  5. Baldor FA. (1965). Nomenclatura Quimica Inorganica. New York: Minerva Bo

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